Sopa de tortilla ,Sopa azteca


 
Cocina mexicana,Caldos,Sopas,Otoño,Invierno,Prehispánica



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by Sofia

Cuando los días de lluvia comenzaban Hortensia era conocida por su excepcional sopa de tortilla. En los días lluviosos, cuando la nostalgia la envolvía como una suave bruma, se sumergía en la preparación de este plato que había heredado de su madre, la señora Clementina.


Comenzaba tostando chiles pasilla, liberando un aroma profundo que llenaba la cocina. Luego, asaba jitomates en la llama danzante de la estufa, mientras el epazote esperaba pacientemente para unirse a la mezcla. El sonido de la lluvia golpeando la ventana se mezclaba con el fragante perfume que llenaba la cocina.


Hortensia rememoraba los días en que su madre le enseñaba estos secretos culinarios, cada gesto y cada ingrediente compartiendo historias de tradición familiar. Cuando añadía el caldo y dejaba que la sopa burbujease lentamente, sentía la conexión con su madre, ya ausente.


La guarnición era una obra de arte: crema suave que se mezclaba con queso derretido, aguacate fresco y tiras de tortilla crujiente. En cada cucharada, Hortensia podía saborear la memoria de su infancia, los abrazos maternos y la calidez de su hogar.


En el momento de servir, una mezcla de emociones inundaba su corazón. La sopa de tortilla se convertía en un puente entre el pasado y el presente, un recordatorio de la importancia de las tradiciones y de aquellos que ya no están físicamente presentes.


Al mirar la lluvia caer fuera de la ventana, Hortensia reflexionaba sobre la vida y la muerte. Cada plato que preparaba era un tributo a su madre, una forma de mantener viva la llama de su memoria. Comprendía que, aunque las personas puedan partir, su esencia perdura en las historias que contamos y en las recetas que pasamos de generación en generación. La sopa de tortilla no solo alimentaba el cuerpo, sino que también alimentaba el alma con recuerdos atesorados y amor eterno.


Historia

Desde la cocina prehispánica y antes de la conquista Española cuenta la leyenda que la primera creación de la sopa de tortilla se preparó mezclando maíz fresco con granos secos para un rey azteca. Aunque en aquellos tiempos el gran caldo que es ahora, no era propiamente como tal una sopa o caldo. Que en aquella época los habitantes del Valle de Tehuacán utilizaban recipientes hechos de diferentes piedras para preparar diversos platillos y hervir el maíz.

Un caldo cuya creación fue la necesidad de preparar alimento más blandos y así facilitar la digestión del maíz. 

Su origen remoto al centro de México del estado de Tlaxcala. Qué significa (Tierra de maíz o lugar donde abunda la tortilla) el maíz, siendo la base de la cocina Mexicana.

 Fue la llegada de los españoles en el siglo XVI, que la comunidad indígena adoptaron la tradición y receta, convirtiéndose poco a poco en el platillo que ahora conocemos. La sopa azteca o sopa de tortilla se elabora a base de tiras de tortilla frita, caldo de jitomate, chile, pasilla, con guarniciones de queso, aguacate, chicharrón, crema.




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Sopa de tortilla 

Cómo buena mexicana, no podría faltar una receta de mi país y poderte compartir uno de los muchos platillos que tenemos en México. 


Receta 

Sopa de tortilla 

Para la salsa estos son los ingredientes: 

6 Jitomates 

3 Ajos 

1/4 de cebolla blanca 

2 tortillas 

Chile pasilla 

Epazote 

1 litro de caldo de pollo. 


Para la guarnición: 

Queso fresco o asadero 

Crema (si es de rancho mejor) 

Aguacate 

Chile pasilla tostado 

Chicharrón 

500 g de tortilla cortada en julianas. 


Preparación: 

1— Tatemamos los jitomates y la cebolla en un comal o sartén. 

2— Con unas tijeras cortamos nuestro chile pasilla en aros y lo sofreímos en un poco de aceite con mucho cuidado de no quemarlo.

Una vez listo lo reservamos y ahí mismo para aprovechar el sabor del chile, freímos dos tortillas, esto ayudará a espesar la sopa y que el sabor de la tortilla predomine más. Las reservamos 

3— En una licuadora añadimos las dos tortillas, los jitomates, la cebolla, unos cuantos chiles pasillas que freímos (no hay que pasarnos de chile si no perderemos el equilibrio del sabor), los ajos y nuestro caldo de pollo. 

4— En la misma olla donde freímos los chiles a fuego alto, agregamos más aceite si es necesario y, ya que esté caliente añadimos el caldillo y lo freímos, le vamos agregando un poco más de caldo de pollo y lo vamos midiendo (recuerda que el caldillo tiene que ser ni muy líquido, pero tampoco espeso como si fuera una crema) tiene que ser un caldo medio espeso. 

Perfumamos con epazote, sazonamos, lo tapamos y dejamos hervir a fuego lento de 25 a 30 minutos o hasta que en la parte superior de nuestro caldillo se formen unos círculos separados, eso significa que ya está listo, mientras nuestro caldillo se está cocinando.

5— Cortamos las tortillas en julianas, comenzando por las esquinas y luego al centro las freímos en abundante aceite. (Sabremos que el aceite está suficientemente caliente cuando metamos un pedazo de tortilla, si este burbujea es que ya está) Siempre cuidando que no se quemen, cuando el aceite haya dejado de burbujear, es que ya están listas y las escurrimos con papel de cocina. 

6 - En un plato hondo añadimos las tiras de tortilla, servimos el caldillo y acompañamos con nuestra guarnición de queso fresco, cremas, chiles, pasillas, chicarrón y aguacate. 

Nota: Te recomiendo que sirvas la sopa en el momento para que la tortilla no se aguada. 

Disfruta de esta receta de Tlaxcala, México .










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